El 17 de julio se producía en Marruecos la sublevación de una parte considerable de la tropa y la práctica totalidad de la oficialidad del Ejército español. Al día siguiente, el golpe de Estado se extendía a otras partes del territorio español que no triunfando tampoco fracasó, dando lugar a una guerra civil. Dada la geografía española, el devenir de la guerra dependería en buena medida del control del mar. El abastecimiento de la población, la adquisición de armamento y material de guerra por parte de los ejércitos y, claro está, el control de determinadas regiones costeras iban a verse afectadas por la situación del mar. Todos estos son temas que trataremos en los siguientes artículos, limitándonos ahora a tratar los primeros días del golpe y el reparto de fuerzas.