Oscuridad, hambre, calor, tensión, frío, tedio, agobio, presión, miedo. Wolfgang Petersen consigue que te sientas en un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Desde la primera toma, en la que un verde plano lo inunda todo transmitiendo la densidad y oscuridad del mar, “Das Boot” nos traslada a bordo del U 96, un submarino tipo VII C en plena Batalla del Atlántico. Y sí, la densidad y oscuridad están presentes en las tres horas veinte minutos que dura la película, tanto dentro de la misma como en el no precisamente rápido guión. Pero eso es bueno.