Entrada original de MediPiratas
Hoy hemos decidido mirar mucho más atrás en nuestra entrada. Tanto, que hemos traspasado el nacimiento de Cristo para situarnos en torno al segundo siglo antes de este hecho; con el objeto de analizar la piratería de las Baleares – por si acaso no las ubicáis, están aquí – en esta época. No es un tema fácil de tratar, ya que las fuentes griegas y romanas de la época se centran en la piratería en el Egeo y en torno a la península itálica, ignorando prácticamente todo lo que sucedía más al oeste. Por este motivo, casi toda la información que es posible encontrar tiene que ver con la ocupación romana de las islas a finales del siglo II a.C., en 123 a.C. Vamos a ver qué sucedía.
Simplemente atendiendo a la división que Roma hizo del mar que baña la Península Ibérica se puede deducir tanto la importancia estratégica del archipiélago como la necesidad de conservar su seguridad, ya que una de las dos zonas en que se dividió es precisamente la que baña las islas. Así, esta falta de seguridad se debía a los ataques que se cometían a bordo de pequeñas embarcaciones que no se alejaban demasiado de la costa, tal como describen las fuentes clásicas [1]. Para ello, abordaban buques que pasaran muy cerca de la costa o que hicieran noche en alguno de los puertos naturales – era costumbre en la Antigüedad no realizar navegación nocturna -, lo que implicaba un conocimiento profundo del litoral además del apoyo de la población local a estos ataques. También contribuye a pensar que los oriundos participaban el hecho de que las fuentes clásicas coincidan en que se empleaban hondas en los ataques. No es que todos los habitantes de las Baleares fueran piratas, ni mucho menos, pero resulta obvio pensar que una cantidad importante de la población no veía con malos ojos estas expediciones, puesto que partían de sus puertos…y a sus puertos contribuían económicamente. Además, una de las premisas básicas para que un asalto de este tipo triunfe es, junto con la sorpresa, la superioridad numérica; por lo que los avisos de los paisanos – de posibles embarcaciones apetecibles a la vista – junto con su colaboración en el momento del propio ataque se hacía indispensable.
Siguiendo con la línea que plantea Antoni Puig Palerm [2], además de en los escritos contemporáneos y en las trazas de violencia que se pueden apreciar en pecios hundidos cerca de las costas baleares, la presencia de piratería también se puede evidenciar en las fortificaciones y poblaciones de fácil defensa de las costas. Estas servían tanto para defender como para, como muy bien apunta Puig, atacar; puesto que desde una fortificación o desde una torre costera se pueden realizar o coordinar tareas ofensivas. El mismo autor detalla todos los pecios y fortificaciones en los que basa su afirmación en el trabajo que referenciamos.
Prescisamente los restos de estas fortificaciones indican que en los años de expansión romana por la región – el citado siglo II a.C.- aumentó la conflictividad, observándose entre otras características que las torres que tenían contacto visual entre sí. Esta cuestión resulta primordial, puesto que parece que se estableció un sistema de aviso costero que, como ya hemos relatado, podría haber sido utilizado tanto para defenderse como para realizar ataques. La información es poder y siempre lo ha sido.
Pues bien, como respuesta al título de la entrada podemos aseverar que la piratería en Baleares era un fenómeno común antes de la llegada de los romanos e incluso tras su llegada – hablaremos de Pompeyo en un futuro -, siendo probablemente practicada por su población más de forma activa que sufrida. Contribuye a pensar esto, además de lo ya comentado, la gran tradición mercenaria de que gozaron las Baleares en la Antigüedad – famosos fueron los honderos baleares que sirvieron tanto a Roma como a Cartago -, puesto que resulta complicado separar esta actividad de la pirática. De hecho, en griego ambas se definían mediante la misma palabra.
Desde el punto de vista social, la piratería es fácilmente explicable mediante una frase en la que Puig – en la obra citada – resume la información que otorgan las fuentes clásicas sobre los antiguos habitantes de las Baleares:
Lo más interesante para nosotros es que la descripción encaja muy bien con la visión que de las «Baliares» nos dan las fuentes escritas: unas islas pobres en recursos naturales donde los indígenas vivían muchas veces de ejercer de mercenarios.
Como colofón, podemos resumir que a la llegada de Roma a Les Illes la piratería era un hecho común hacía siglos, ya fuera practicada por los propios habitantes, como por piratas basados en el archipiélago y ayudados por la población. De hecho, era tan común que los habitantes lograron atacar una flota cartaginesa y otra romana antes de la intervención definitiva de Roma en 123 a.C.
Por Alberto Hoces-García.
Esta entrada apareció originalmente en MediPiratas el 12 de noviembre de 2014: enlace a la original. Somos blogs hermanos, muchas de las entradas publicadas en MediPiratas aparecen en HyCmar, pero no todas, ¡así que no dejes de visitarlo!
Bibliografía utilizada
[1] PRIETO ARCINIEGA, A. Un punto oscuro en la invasión romana de las Baleares: la piratería. Habis, nº18 (1987). Sevilla: Servicio de publicaciones de la Universidad de Sevilla. [Texto completo]
[2] PUIG PALERM, A. «La piratería en el archipiélago balear en la Antigüedad, ¿sólo una causa de la intervención romana en el 123 a.C.?» En: ÁLVAREZ-OSSORIO RIVAS, Alfonso; FERRER ALBELDA, Eduardo; GARCÍA VARGAS, Enrique (coords). Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo Antiguo. Sevilla: Secretariado de publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2013. Spal Monografías, Nº XVII. ISBN: 978-84-472-1531-7. pp. 145-166
Anexo
Nos sentíamos mal por mostrar una representación idealizada veinte siglos después de las embarcaciones romanas, así que aquí va una realizada por los propios romanos: